domingo, 6 de febrero de 2011

¿El Principio de la Cuenta Atrás?

El pasado mes de Diciembre empezó en Túnez una revuelta para derrocar al que hasta la fecha había sido presidente. El 14 de Enero de este año, Zine El Abidine Ben Ali, finalizaba su mandato que había durado 23 años. Tras esto Egipto despertó con sed de cambio político, mientras escribo estas líneas los disturbios en el corazón del "hijo del Nilo" no han cesado y, mucho me temo, Hosni Mubarak deberá tirar la toalla tras 30 años en el poder. Pero estos disturbios no son los únicos, países como Jordania, Argelia y Yemen están sufriendo, también, los efectos de lo que yo me temo no es más que una enajenación mental transitoria, como la que en su momento vivieron Irán o Afganistán; es decir, de alguna manera se consiguió, como se ha conseguido ahora, enajenar a la población con sueños de libertad pero, sin embargo, las revueltas no hicieron otra cosa que añadir plomo a las cadenas con las que creían vivir o vivían. Efectivamente, en los países en donde los engranajes del cambio han empezado a girar, han vivido durante años un gobierno dictatorial y opresivo pero ¿para quién? a grandes rasgos, básicamente, para todos aquellos musulmanes fundamentalistas como son los "Hermanos Musulmanes", una organización que predica la "Sharía" como única fuente de derecho, aunque su hábil máscara de ayudas a los más desfavorecidos, en diferentes países, construyendo escuelas, hospitales,etc, los ha llevado a ser una organización con incontables seguidores consiguiendo aumentar su poder y presencia política.
Resulta un tanto preocupante que, precisamente, estos disturbios hayan tenido lugar de forma simultanea en territorios estratégicos que controlan el Mediterráneo, el Canal de Suez, rodean Israel y son, como ya he dicho, intransigentes con el Islam más extremo y violento.
Hace algunos años empezaron a oírse murmullos de ganas, por ciertos grupos de dicha religión, de convertir al planeta al Islamismo; existen incontables publicaciones y artículos al respecto, incluso recientes informes han demostrado, con gran estupor por mi parte, que esto no puede ser una realidad muy lejana visto que, según los mismos, se podría decir que una de cada cuatro personas en el mundo son musulmanes. De echo en Europa estamos viviendo una  crisis demográfica tal que, incluso, la canciller alemana Angela Merkel ha declarado recientemente que "el intento de crear una sociedad multicultural ha fracasado por completo", refiriéndose a las dificultades que tiene Alemania con respecto a la integración de la población islámica.

¿Estamos viviendo el despertar de una conquista ideológica? ¿Será este el cambio de era a la que se referían los Mayas? Por otro lado hay quienes opinan que esto no es más que una artimaña para aterrorizarnos y, así, empujarnos a aceptar un nuevo orden mundial ante la amenaza global que representaría el despertar de un Islam unido y con ganas de ampliarse.
Personalmente la teoría de la creación de un nuevo orden mundial que haga de nosotros seres absolutamente controlados y sumisos, lejanos a cualquier tipo de individualidad, no me parece descabellado y, no me cabe la menor duda, es un proceso que está en marcha (ya hablaré de ello en otro post); podría ser que esto fuera parte del plan, aunque tampoco me resulta insensato el temer que la sombra del Islam planee sobre nuestras cabezas cual ave rapaz en busca de presa.
Supongo que tendremos que esperar para ver qué tipo de maquinaria se pone en movimiento tras la puesta en marcha de los engranajes de estas revueltas... teniendo en cuenta que los alienígenas no nos visiten antes, pero esto es otra historia que os contaré más adelante para que, como siempre, tengaís dulces sueños después de leer mis entradas.